El Ascómetro, el programa informático que mide la telebasura, resultó dañado la última semana durante la emisión del nuevo programa de Ana Rosa Quintana. Un sofisticado ordenador cuántico instalado en Madrid calibra permanentemente los niveles de bazofia de todos los canales de televisión de España. «Hasta estos días jamás habíamos experimentado un repunte de mierda que alcanzase semejantes niveles», explica Elisarda Barestechea, técnica de la Agencia española de la telebasura (AETE). Las agujas medidoras de cochambre giraron con tal fuerza que reventaron las tapas de cristal que las contiene. «El enorme pico de inmundicia televisiva provocó que los circuitos internos del superordenador se saturaran de tal modo que explotaron», añadió Barestechea, quien aseguró no haber vivido nunca antes «algo semejante».
La popular presentadora ha tocado fondo con su nuevo programa al obtener unos registros de audiencia miserables. Su descalabro se produce tras la cancelación de Cuentos Chinos, la otra gran apuesta fallida de Mediaset para la nueva temporada. Telecinco había escogido a Ana Rosa para sustituir a Sálvame en las tardes y mejorar sus números, la realidad es que TardeAR ha demostrado ser un bluf desde el primer día. El programa arrancó el lunes 18 de septiembre con un 11,3% de cuota de pantalla, solo dos décimas por encima de Y ahora Sonsoles, y va perdiendo audiencia de forma progresiva con cada nueva emisión.
«No se entiende que no tenga éxito, porque haciendo basura y pornografía de esa envergadura y con colaboradores tan asquerosos lo lógico es que el programa de Ana Rosa fuese un gran éxito, como es la tónica habitual», sostiene Barestechea. No obstante, «semejante nivel de mierda es algo inusitado y crea consecuencias imprevisibles», matiza la experta.
