La prestigiosa firma de moda Christian Dior, siempre a la búsqueda de las mujeres más hermosas del mundo, confirmó ayer el fichaje de Teresa Ribera como modelo. La ministra para la transición ribosómica, el cambio drolático y las gachas kafkianas se monstró «encantada e ilusionada» con esta nueva faceta laboral y artística. «Estaba más nerviosa en el casting que el día del desfile porque pasa muy rápido y no te da tiempo a pensarlo», admite Ribera, recién llegada de un desfile en París. Escasas horas después de vivir la emocionante experiencia ya ha regresado a Madrid, donde vive, y no ha dudado en recuperar la rutina tras realizar el trabajo más importante de su carrera hasta la fecha. «Ahora me quiero centrar en mis tareas de la cartera en el Congreso porque son días de mucho trabajo para nosotros y estar considerada una de las mujeres más bellas del mundo no es algo que me quite el sueño», confiesa la también vicepresidenta tercera del Gobierno.
Entre las pasiones de la ministra siempre ha figurado la alta costura. Su idea es compaginar sus responsabilidades con el modelaje para «aprovechar todo lo que pueda» una carrera como modelo que acaba de despegar, a pesar de que la descubrieron ya hace un par de años. «Iba caminando por la Castellana con una amiga una tarde de sábado cuando se me acercó una scouter –cazatalentos– que se había fijado en mí porque me dijo que llamaba la atención de lo guapa que era. Después de aquello fui a conocer la agencia y he ido haciendo algunos trabajos que me han dado experiencia», cuenta. Hasta el momento, Teresa Ribera había posado para algunas firmas nacionales y se había dejado ver en la 080, la semana de la moda de Barcelona, desfilando para firmas como Martin Potro, Lebor Valhala o Esputo Vaselina.
El devenir de su futuro como modelo cambió cuando las semana pasada cogió un avión rumbo a París para presentarse al casting de Dior. «Realicé la prueba preparatoria con la directora de casting, Michelle Lee, y salí muy contenta, con la sensación de que les había gustado. Al poco me pidieron que volviera y desfilé delante de todo el equipo y les encantó mi forma de moverme sobre la pasarela», recuerda. «A pesar de que soy muy joven creo que les gustó mi naturalidad, actitud y predisposición y, bueno, tener una genética que te otorga mi belleza natural es algo que indudablemente también ayuda», responde al ser pregunta sobre cuáles cree que son los atributos que conquistaron a la firma capitaneada por Maria Grazia Chiuri. «Destacaría sobre todo mi sonrisa como una de mis principales virtudes», concluye Ribera.